Vanguardias Históricas: Pespectiva Social

lunes, 24 de noviembre de 2008

Las vanguardias históricas interpretadas desde una perspectiva social toman como fuente de su estudio el contexto social para determinar la explicación de la obra, destacando el papel que juegan las ideologías de la época como rechazo o aceptación de la situación política del momento.

Para ilustrar esta explicación debemos partir del contexto histórico en el que se desarrollaron las vanguardias a comienzos del siglo XX, siendo su momento de auge en el periodo europeo de entreguerras. El comienzo del siglo XX supone un momento de ruptura con las tendencias artísticas desarrolladas en los siglos anteriores, ya que la sociedad contemporánea exigía del arte y de los artistas nuevos planteamientos, retos y formas de expresión que se correspondiesen con los nuevos tiempos.
En el género pictórico se desarrollarán diferentes estilos conocidos con el nombre de vanguardias o “ismos” que buscan romper con el figurativismo y las tendencias realistan características de siglos anteriores

Estas vanguardias nacen en un periodo turbulento en la historia de Europa, en un clima de crispación por los problemas coloniales y donde el rearme militar que se estaba produciendo en el viejo continente culminaría en la Gran Guerra. Muchos de estos artistas que vivieron aquellos acontecimientos eran conscientes de su papel en la historia por reflejar y marcar las atrocidades causadas por el conflicto bélico. El cubismo puede considerarse una de las primeras vanguardias creada a partir de la obra de Les demoiselles Avignon en 1906, y su objetivo es desdoblar el punto de vista del espectador presentando la realidad desde puntos de vista diferentes. El objetivo del movimiento es una crítica contra la irracionalidad latente que se vivía en la Europa del momento donde la razón no podía llegar a explicar la realidad. En Alemania surgió el movimiento expresionista antes de la Primera Guerra Mundial. Sus seguidores se mostraron comprometidos con la realidad social mediante la deformación intencionada del objeto artístico, y por procedimientos cercanos a la caricatura, éstos ponían de relieve los aspectos más rechazables de la sociedad: la guerra, la injusticia social, el mecanicismo, etc... Por el contrario el movimiento futurista, nacido en Italia en 1909, exaltaba la civilización mecánicas y las conquistas de la técnica. El dadaísmo es la exaltación de lo absurdo, la rebeldía contra la lógica y contra las convecciones estéticas y sociales y lo más importante, contra el sentido común. En el fondo, el dadaísmo es un ataque contra los valores de la razón, ya que ésta, ha conducido al hombre al absurdo de la guerra. Finalmente con el movimiento del surrealismo, que adoptó los postulados de las teorías del psicoanálisis freudiano, donde se abandona de forma definitiva la razón, y fue sobretodo tras la Segunda Guerra Mundial, con los consiguientes desastres ocasionados por la contienda, cuando se produjo una mayor aceptación del movimiento.

En definitiva, las vanguardias históricas sirvieron para rechazar los acontecimientos y las políticas desarrolladas en la época, al mismo tiempo que para ensalzar y admirar los progresos en el campo de la ciencia y de la técnica, entre otros.



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